Recorrer Berlín en un día. De la puerta de Brandenburgo a Alexander Platz

Después del divertido paseo en trabi por la ciudad... ¡¡Seguimos con nuestro recorrido por la historia de la RDA!! Nuestro siguiente destino...

Checkpoint Charlie

Hasta la reunificación en 1989, la única forma legal de cruzar la frontera entre los dos Berlines eran los puntos de control. El punto de control C era el paso más importante entre Alemania del Este y Alemania del Oeste y, sobre todo, el único situado en el corazón de Berlín, en Friedrichstrasse, entre los barrios de Kreuzberg (sector americano) y Mitte (sector ruso). Por lo que servía como punto de entrada y salida de diplomáticos, periodistas y visitantes no-alemanes. 

Como curiosidad, su nombre procede de la tercera letra del alfabeto fonético de la OTA (Alpha, Bravo, Charlie...), ya que se trataba del tercer paso fronterizo.

Pasos fronterizos en Berlín

Durante la Guerra Fría, Checkpoint Charlie fue protagonista del incidente de mayor tensión de este período. 

Todo sucedió en octubre de 1961, cuando Albert Heminging, un diplomático estadounidense, intentó cruzar la frontera y fue detenido por la policía de Alemania Oriental. Ante la negativa de las fuerzas policiales de la RDA de permitir la circulación del vehículo, el oficial de guardia norteamericano ordenó poner en marcha el operativo especial y los tanques se posicionaron a menos de cincuenta metros del paso de control. A lo que el oficial soviético respondió “nosotros también tenemos tanques”. 

Afortunadamente el enfrentamiento fue solo una demostración de poder entre países. Aunque Kruschev admitió tiempo más tarde a un periodista “dar la orden de avanzar a los tanques significaba la guerra. Dar la orden de retirada significaba la paz”.

Checkpoint Charlie, Berlín

En junio de 1990 la estructura de metal de Checkpoint Charlie fue trasladada al "Museo Aliado" en Steglitz-Zehlendorf, muy cerca de Berlín. Durante más de 10 años, la esquina donde Friedrichstrasse se cruza con Zimmerstraße estubo vacía. Hasta agosto del 2000, cuando se erigió una copia de la caseta de vigilancia estadounidense en el lugar original. 

El Checkpoint Charlie que vemos hoy, por lo tanto, es tan solo una réplica donde podemos encontrar: 

• un poste con la foto de un soldado (norteamericano de lado estadounidense y del lado contrario ruso).

• el famoso cartel escrito en ruso, francés, americano y alemán, que te informa del sector en el que te encuentras.

• y una caseta blanca y los dos "soldados" (por llamarlos de alguna manera...) americanos que cobran el "módico" precio de 2€ por hacerte fotos con ellos y sellarte tu pasaporte. Aquí a elección de cada uno... nosotros decidimos prescindir de esa parte de la atracción...

Checkpoint Charlie, Berlín

Lo que si nos gustó fue la exhibición al aire libre con información gráfica sobre el Muro, los numerosos escapes, los exitosos como los sitios fallidos, de recuerdo y memoriales, y sobre la "división alemana y el Muro de Berlín". Incluso más que el propio museo de Checkpoint Charlie del que os hablaremos a continuación...

Checkpoint Charlie, Berlín

Mauermuseum

Justo al lado del Checkpoint Charlie se encuentra el Mauermuseum, un lugar en el que se puede aprender mucho sobre los acontecimientos que tuvieron lugar durante la Guerra Fría.

• Horario: Todos los días de 9:00 a 22:00 horas.
• Adultos: 12,50€. Estudiantes: 9,50€. Berlín WelcomeCard: 25% descuento. 

Mauermuseum, Berlín

Dentro se recrea la vida cotidiana del Berlín dividido y las tretas que se usaban para cruzar al lado occidental. Desde maletones a globos aerostáticos... todo valía. Aunque por desgracia fueron muchos los que murieron en el intento (existía la orden de disparar a los prófugos).

Mención especial a la historia de Peter Fechter, que en 1962, cuando intentaba traspasar "el corredor de la muerte" (zona neutral del muro), fue disparado por los soldados de la RDA, abandonado allí hasta morir desangrado antes las miradas impotentes de los soldados de Berlín Oeste. No podían hacer nada, ya que Peter se encontrarse en tierra de nadie y tenían miedo de que los otros les disparasen, por esto sólo se atrevieron a lanzarle un botiquín, que le sirvió de poco por sus graves heridas internas. Cuando por fín, los soldados de la RDA se acercaron a llevarse el cuerpo muerto, los berlineses de ambos lados del muro no paraban de gritar: "¡asesinos!, ¡asesinos!"...

Personalmente, a mí, como amante de la Historia contemporánea, el Museo del Muro me parece una parada imprescindible. La exposición es muy completa, está muy bien documentada, y se exhibe una gran cantidad de documentación, fotografías, posters y artilugios originales usados para la fuga. Aunque es cierto que todo está bastante desordenado y no se muestra de una forma muy didáctica, por lo que, salvo que vayas con tiempo de sobra o te interese mucho, es un museo que no te recomendamos incluir en tu ruta.

Mauermuseum, Berlín

Adoquines donde estaba el muro de Berlín

Se trata de una doble hilera de adoquines que recorren la ciudad atravesando carreteras, edificios, etc. Cada pocos metros, sobre estos adoquines, se puede ver una placa que dice "Berliner Mauer 1961-1989".

Adoquines del muro de Berlín

Después del museo, y aunque no está cerca del mismo (con la Berlín WelcomCard el transporte está incluido), nos acercamos a probar una de las comidas más típicas de Berlín...

Mustafa's Gemüse Kebap

Berlín tiene la mayor comunidad turca fuera de Turquía por lo que el Döner Kebab es tan tradicional en Berlín como Currywurst. Y uno de los mejores sitios para comerlo, es sin duda, "Mustafa's Gemüse Kebap"

Se trata de un pequeño kiosco (la comida es para llevar) situado en pleno barrio de Kreuzberg. 

Suele haber cola, pero la verdad es que, no sé si por que llegamos pronto (sobre las 13.00 pm) o porque, simplemente, tuvimos suerte, no nos tocó esperar más de 15 minutos.

Lo que está claro, es que, sin duda, merece la pena acercarse hasta aquí!! Los kebabs y durums están muy ricos y tienen una buena relación calidad/cantidad/precio. No me atrevería a decir que sea el mejor Kebap que existe, pero sin duda, si es de los mejores que hemos probado hasta el momento.

Por cierto, justo al lado, hay una tienda donde podéis comprar cervezas a buen precio (el acompañamiento ideal para vuestro kebap  ) Lo mejor es sentarse por los alrededores con tu comida/bebida y... a disfrutar!!! 

Mustafa's Gemüse Kebap, Berlín

Volvemos al metro y nos acercamos hasta uno de los puntos más conocidos de la ciudad de Berlín.

Pariser Platz

Conocida hasta 1814 como Viereck (la plaza), tras la caída de las tropas napoleónicas pasó a llamarse Plaza de París. Se trataba de la plaza más grande de Berlín, por la que desfilaron las tropas victoriosas desde los Hohenzollern hasta la República Democrática Alemana.

Durante los últimos años de la Segunda Guerra Mundial los edificios de la plaza acabaron destruidos por los bombardeos, quedando en pie solamente la Puerta de Brandenburgo.

Tras la guerra, llegó la construcción del Muro de Berlín que terminó destruyendo completamente la plaza, dejando que se convirtiera en parte de la zona de la muerte tras el muro.

En 1990, tras la reunificación, se decidió reconstruir la Plaza de París, incluyendo el prestigioso Hotel Adlon, para formar el perfecto conjunto arquitectónico que acompaña a la Puerta de Brandenburgo.

Hoy en día la Plaza de París es uno de los lugares más transitados de Berlín ya que, desde ella, se pueden tomar las mejores fotos de la Puerta de Brandenburgo, uno de los principales símbolos de la ciudad.

Pariser Platz, Berlín

Puerta de Brandenburgo

Fue construida entre 1788 y 1791 por Carl Gotthard, siguiendo el modelo de la puerta de acceso a la Acrópolis de Atenas. La parte superior y el interior de las zonas de paso están recubiertos con relieves que representan a Hércules, Marte y la diosa Minerva. Y en 1794 fue coronada con una escultura de cobre de unos 5 m de altura. Una Cuadriga, que representa a la diosa de la Victoria montada en un carro tirado por cuatro caballos en dirección a la ciudad.

Hasta la unificación de las dos Alemanias fue símbolo de la Guerra Fría y después de 1990 simboliza la unificación de ésta y de Europa.

Tras levantarse el muro de Berlín, la puerta de Brandenburgo quedó dentro de Berlín Este, pero justo frente a la frontera con el Oeste. De modo que durante décadas, los occidentales sólo podían verla tras el muro, y de hecho, el apelativo de ‘Puerta’ perdió todo su significado y se convirtió en una amarga ironía de la división.

Puerta de Brandenburgo, Berlín

Aquí, Ronald Reagan pronunció uno de los discursos más famosos de la guerra fría, recordado por la frase “Señor Gorbachov, ¡abra esta puerta! ¡derribe este muro!”.

Hoy en día, la Puerta de Brandenburgo es el símbolo del Berlín reunificado y aparece en las monedas alemanas de 10, 20 y 50 céntimos.

Torre de vigilancia en Erna-Berger-Straße cerca de Potsdamer Platz

Escondida en Erna-Berger-Straße, una calle sin salida muy cerca de Potsdamer Platz, se puede encontrar una de las antiguas torres de vigilancia del Muro de Berlín.

Al igual que el propio muro, las torres de vigilancia fuero mejoraron a lo largo de los 28 años en los que se utilizaron para protegerlo. Las primeras torres estaban hechas de madera, pero al darse cuenta de que los guardias de una torre de madera eran vulnerables si eran atacados,  se creó una nueva versión en hormigón. Las nuevas torres estaban formadas por una plataforma de observación cerrada de 8 lados sustentada sobre una columna de hormigón.  Esta nueva versión no carecía tampoco de defectos (el acceso estrecho a través de la escalera hacía difícil que los soldados que llevaban rifles de asalto pudieran salir rápidamente. Y la altura hacia que fuesen inestables), por lo que continuarían posteriormente mejorando el diseño y las hicieron cuadradas.

Esta torre que vamos a visitar cerca de Potsdamer Platz se construyó en 1971 y fue ocupada durante las 24 horas del día por dos soldados. Uno de ellos orientado al este y el otro al oeste, armados con AK-47. Su responsabilidad era velar por la tierra alrededor de la "Casa de los Ministerios" (ahora Ministerio de Finanzas).

De las 302 torres que protegían el Muro de Berlín en el momento de su caída en 1989, 200 eran de este tipo. La mayoría fueron desmantelados poco después, pero esta torre en particular sobrevivió y desde mayo de 2013 está abierta al público.

Se puede visitar de lunes a domingo de 11:00 a 17:00(excepto con mala climatología) y puedes subir por 3,50€. Puedes consultar la web. 

Torre de vigilancia Muro de Berlín

Ampelmann

Paseando por Berlín seguro que te ha llamado la atención el original diseño de los semáforos para peatones

Cuando se levantó el muro de Berlín, Alemania Oriental controlada por las fuerzas de la Unión Soviética, decidió tener sus propios semáforos peatonales que difiriesen de los del Berlín Occidental. Así, en 1961 nació el Ampelmann. Su padre fue el psicólogo Karl Peglau.

Peglau pensó que los semáforos normales no eran lo suficientemente comprensibles para buena parte de la ciudadanía (un 10% de la población es daltónica y no pueden distinguir los colores). Entonces se le ocurrió una idea: una figura masculina, con un gran sombrero, parado o caminando. El muñeco rojo de prohibición extiende los brazos en cruz, mientras que el verde autorizando el paso, nos muestra al personaje con un pie adelante a punto de iniciar la marcha.

Ampelmann, Berlín

Con la reunificación de Alemania todo parecía indicar que a este particular señor con sombrero le quedaba poco tiempo… Sin embargo, a principios de los años 90, surgió un fenómeno llamado “Ostalgia” (del alemán Ost, este, y nostalgia). Algunas marcas de productos orientales volvieron. Cigarrillos, bandas de música… incluso ropa. Los famosos Trabant, se convirtieron en objeto de coleccionistas. Y el Ampelmann se convirtió en una figura de culto.

Hoy en día nos sirve para orientarnos, si vemos un Ampelmann, probablemente estemos en la extinta RDA (aunque no es algo exacto ya que en algunos casos no están, o incluso están en la RFA, se cumple en un 90% de los casos).

Y cómo no, el icono se convirtió también en negocio, por lo que podemos encontrar todo tipo de objetos con el logo rojo o verde. Existe una cadena de tiendas propias y hasta un restaurante!!

Ampelmann, Berlín

Nos dirigimos ahora hacia el epicentro del Berlín soviético durante la división de la ciudad y, hoy en día, una de las plazas más representativas de la ciudad.

Alexanderplatz

En los años 60, como parte de su plan para reformar su sector de la ciudad, la RDA amplió Alexanderplatz y la hizo peatonal. Además, para demostrar el poder de su gobierno, en 1969 levantaron la Torre de Televisión de Berlín (Fernsehturm) que, con 368 metros de altura, sigue siendo el edificio más alto de Alemania.

Sin duda una construcción espectacular: un enorme mástil de hormigón de 26.000 toneladas que sostiene en su parte superior una esfera cubierta por 140 segmentos de acero. Solo hubo un pequeño fallo de diseño, y es que… en los días despejados, el reflejo de los rayos del sol sobre la cúpula crea un enorme destello en forma de cruz. Toda una ironía teniendo en cuenta que en la época comunista se eliminaron todas las cruces de los templos. Por eso, los berlineses occidentales bautizaron a este efecto como "la venganza del Papa".

Actualmente, en la planta baja, hay una oficina de turismo. Y arriba, en la bola, se puede disfrutar de un mirador a unos 204 metros y un restaurante que gira 360 grados cada media hora. El precio de la entrada es nada más y nada menos que 13€.

Una opción más económica es subir a la azotea la hotel Park inn, situada a una altura de 150 metros. Las vistas deben ser igualmente espectaculares y a la vez se pueden obtener una buena panorámica de la propia Torre de TV.

Nosotros en esta ocasión no subimos a ninguna de las dos... otra vez será...

Alexanderplatz, Berlín

En la plaza se alza, majestuoso, el reloj del mundo “Weltzeituhr”, que muestra la hora de todas las ciudades más importantes del mundo. En su parte superior giran el sistema solar y en la inferior sobre el suelo se puede observar un mosaico en forma de una rosa de los vientos. En medio de la plaza se encuentra la fuente de la amistad de los pueblos “Völkerfreundschaft”. 

Al pie de la torre se encuentra la Marienkirche, una iglesia gótica reconstruida en 1380 después de que un incendio destruyera la anterior. Se trata de la iglesia más antigua después de la Nikolaikirche, en el centro del Barrio medieval Nikolaiviertel. Este barrio es una de las únicas zonas de la ciudad que conserva su estilo medieval, también a pocos metros de Alexanderplatz. En el interior destaca la "Totentaz" (Danza de la muerte) del s.XV, un macabro friso de 22m de largo situado en las paredes de la izquierda según se entra por la puerta principal. 

Al sur de la Marienkirche se levanta la Neptunbrunnen (fuente de Neptuno). Y muy cerca, el Rotes Rathaus o Ayuntamiento Rojo. Se trata de un edificio de estilo neorrenacentista en ladrillo rojo construido entre 1860 y 1869, con una importante torre y su reloj. Es la sede del Senado de Berlín y donde trabaja el Alcalde de la ciudad. Puede visitarse de lunes a viernes. La entrada es gratuita.

Las dos estatuas de bronce cercanas a la entrada principal rinden homenaje a los que ayudaron a reconstruir la ciudad después de la Segunda Guerra Mundial.

Alexanderplatz, Berlín

Con esto terminamos este post. Pero aún queda mucho por descubrir la "Alemania de la RDA". Y una buena manera es recurriendo de nuevo a un free tour, esta vez de la mano de Buendía Tours con su recorrido "Tour del muro de Berlín". Podéis encontrar más info es su web. Salen todos los días a las 15.00 pm de Alexanderplatz, frente a la entrada del Primark.

No os perdáis el próximo artículo!!!...